Yo a ti te conozco de antes…

Pensé que jamás te volvería a ver, que ese único y delicioso encuentro se quedaría solo conmigo para no ser recitado nunca más pero todo cambió la noche que me llamaste y casualmente me encontraba a unas cuadras de tu nuevo departamento luciendo ropa sexy y cachonda de amor. El universo conspiro para nuestro propio placer.

Llegué a tu departamento, y al igual que la última (y casi única vez) nuestra platica fluyó profusamente, como si fuéramos grandes amigos, grandes conocidos, como si platicáramos todos los días y fuera lo más normal. Sin pena, sin miedo, sin timidez, solos tu y yo. Me sentí tan cómoda, te hablé de todas mis más profundas intimidades y me sentí completamente yo.

Por alguna razón decidiste llevar el colchón a la sala y con nuestras copas en alto brindábamos por volvernos a reunir. Me acariciabas el cabello constantemente como la última vez, sin saber que ese pequeño acto siempre ha logrado encenderme intensamente. Me coloqué sutilmente encima de ti e instantaneamente me besaste. Me encantan tus besos, no te limitas, fue como uno de esos besos de secundaria interminables porque sabes que no van a llegar a nada más, pero yo tenía mi meta bien clara. Te desabroche la camisa, la misma camisa que traías puesta la noche que te conocí, sentí tu pecho con mis manos y las tuyas seguían abrazándome. Me quitaste la falda y no pareciste sorprendido al ver que no traía puesta ropa interior, simplemente te sumergiste para besarme entre las piernas. Me devoraste entera mientras yo terminaba de quitarme la ropa cuando dijiste que no tenías condón, me entristecí, me enojé y reclame hacia mis adentros. Seguiste devorándome de una manera deliciosa y comenzaste a meter tus dedos suavemente dentro de mi cuerpo, mi piel se erizo y mi boca se abría quedándose sin aliento. Hay algo de estar en una cama, completamente desnuda con una persona completamente vestida que siempre me ha excitado bastante. Cambiabas tiernamente entre manos para no cansarte de más, siempre concentrado en darme el mayor placer. No subías la mirada, no tenías ningún gesto de incomodidad o cansancio, estabas enfocado en tu tarea que era hacerme chorrear de amor. Minutos después lo conseguiste y mis piernas comenzaron a temblar. Me pusiste de lado y comenzaste a besarme todo el cuerpo. Eran unos besos pequeños, «de piquito» pero me llenabas de ellos con tanta ternura y abundancia que se transformaban en besos enormes. Mi cuerpo se seguía contrayendo mientras me besabas la espalda, metí mi mano entre mis piernas y sentí al momento la enorme cantidad de humedad y me sonrojé. De pronto simplemente paraste y me preguntaste si no tenía hambre. Fue una pregunta graciosa ya que llevábamos horas tratando de ir por la cena. Nos paramos y nos fuimos a cenar sin tomarnos de la mano, sin romancear, sin sentirnos más cerca el uno del otro, solo estábamos…

Más noche me tenías en tus brazos y mientras seguías jugando disciplinadamente con mi cabello me dijiste «Yo a ti te conozco de antes.» Y reí. Reí por que sabía a lo que te referías, esa energía de estar tan en paz y poco nervioso con alguien que no conoces y que te gusta. La naturalidad de convivir en cama con alguien que has estado solo una vez. Sin duda es algo peculiar…

xxx,

-ninfaaeerotica

Vuelves…

Vuelves y pareces no alejarte de mi mente.
Te extraño, te sueño, te anhelo…
Cómo puede alguien hacerte tanto daño, darte cuenta de que su amor fue completamente falso, odiarlo, despreciarlo, temerle y sin embargo, desear fuertemente verlo cruzar frente a ti, ver ese mensaje de amor en tu teléfono, ver un rastro de él.

Te volví a soñar, te volví a sentir, te volví a llorar y este vacío que dejaste en mi espera pronto llenarse. No quiero pensarte pero el hacerlo me lleva a una zona de confort de la cual no me gusta alejarme. Es como estar dentro de tu cama una mañana de invierno y no querer despertar para ir a trabajar. Es obsesivo, es enfermo, es un ciclo que no tiene fin. Tu recuerdo me arrastra y me deja sin aliento una y otra vez. Aún pienso en las noches que hacíamos el amor, me mojo y masturbo a esas memorias.

Te amo… Será esto último un sinónimo de odiarme? Así parece ser. Quisiera volver a contactarte y hablar, solo hablar, pero aún me queda algo de dignidad. No lo volveré a hacer, te juro que no lo haré. Pero si la vida te vuelve a poner físicamente frente a mi, no dudes que esa poca dignidad de la cual me aferro en estos momentos, desaparecerá por completo…

xxx,
-ninfaaeerotica

Fantasmas cerebrales

DSC_0300

Seguro les ha pasado, esas veces que están medio dormidos y se asustan al no saber por unos segundos donde se encuentran. Puede ser que se hayan mudado de departamento, que estén de viaje, que se hayan puesto una borrachera muy brava o bien se fueron a casa de -alguien- a pasar la noche por primera vez. Siempre he sido fan de ese sentimiento, de esos pequeños, pequeñísimos momentos efímeros en donde tu cerebro está tan confundido, tan desorientado que no sabe ni siquiera dónde se encuentra su propio cuerpo. Debo confesar que me ha pasado lo mismo con personas. Creo que en definitiva pasa por la promiscuidad de ciertas temporadas de mi vida. Recuerdo la primera vez que me paso, estaba dormida abrazando a mi entonces novio con el cuál tenía una relación abierta. Desperté mientras me besaba tiernamente los labios y sentí de pronto que no sabía con quién estaba. No era cuestión de que pasaran por mi mente la lista de nombres de los posibles candidatos a estar conmigo esa noche compartiendo mi cama, era un simple hueco en mi cerebro que no podía recordar absolutamente nada. Me excitó no saber con quién estaba pero me brindo más comfort el saber que era él.

De unos meses para acá me pasa algo parecido pero de cierta forma a la inversa. Entre sueños, pienso y me siento segura de que es él quién me abraza, solo para despertar y darme cuenta que no. Despierto aferrada a una almohada pensando que estoy con alguien, solo para darme cuenta de mi inmensa soledad. Paso mi mano de su ombligo hacia abajo, anhelando encontrarme con su miembro, encontrándome solamente con unos calientes labios…

El fenómeno del fantasma de su recuerdo. Lo conocemos, lo sabemos, lo vivimos. Solo me queda darle una sacudida a mi cerebro y entrar a la vida real.

xxx,

-ninfaaeerotica

Tus caderas y las mías

…presione mis caderas contra las tuyas, como un movimiento natural sin deseos de ir por más, sin embargo la erección de tu miembro me prendió instantáneamente. Te bese suavemente y restregué todo mi cuerpo contra el tuyo, después me recosté a tu lado para masajear tu glande cada vez más rígido y palpitante. Sentí que tus pijamas comenzaban a humedecerse así que te las quite para sentir piel con piel esa fricción tan deseable. Tus caderas comenzaron a moverse de arriba a abajo rápidamente y yo gustosa seguí el ritmo impuesto. Mientras te tomaba con toda mi mano, me encargaba de pasar suavemente mi dedo gordo haciendo círculos por encima de tu cabeza, la cuál seguía humedeciéndose y engordando a cada instante. Podía ver a contraluz tu silueta, la cuál se contoneaba de arriba a abajo, arqueando la espalda. La forma de tu boca abriéndose en éxtasis me hacía mojarme. Comencé a presionar más mi cuerpo contra el tuyo, encargándome de que tu pierna quedara en medio de las mías para mi propio placer. Nos besábamos tiernamente, contraria a la violencia presenciada en nuestros cuerpos. Cuándo menos lo esperaba, sentí tus jugos de amor, deliciosos y calientes sobre mi mano. Respirabas profusamente y no dejabas de contraerte por los deliciosos espasmos que causa el amor. «Me encantas»; dijiste, dándome un cálido beso en los labios.

xxx,
-ninfaaeerotica

Detesto las noches sin ti

Era una tarde tranquila y aburrida, decidí enviarle un mensaje para ver que estaba haciendo y en unas horas me encontraba en su departamento. Estaba jugando videojuegos y fumando hierba con su mejor amigo, llevaba ya tiempo que yo no lo veía. Pasamos la tarde platicando, viendo películas y bromeando entre los tres. Al caer la noche nuestros cuerpos sin querer se encontraban más cercanos y ya que su amigo se durmió nuestras bocas fueron como imanes, revolcándose entre si mismas, expresando nuestros más profundos deseos con la fricción de estas. Me encantan sus besos, son tan enteros, pasionales, rebeldes, salvajes, calientes…

Nos tranquilizamos y nos abrazamos por unos instantes. Yo me di la media vuelta para adoptar la ya favorita posición de cucharita. Me encontraba sumamente excitada y quería seguir calentándolo. En el momento que pose mis nalgas en su miembro ya podía sentir su erección. El me toco el abdomen y subió hasta mis senos, me bajo los pantalones y con solo poner su miembro sobre mi vagina este entro con toda la naturalidad del mundo en esta cueva húmeda y profunda.  Permanecimos en esa posición por un tiempo. Era tan delicioso, tan íntimo, tan travieso al tener a su amigo en el cuarto. Me dio la vuelta y lo monte rápido, luego lento, mis caderas daban vueltas en círculos imparables, estaba en completo extasis. Me encanta ver su rostro lleno de placer, abre la boca, curvea la espalda… Note que estaba a punto de terminar y rápidamente me aparto de sus caderas. Sentí su cálido néctar en mis piernas. Automáticamente el se incorporo y comenzó a besarme los senos como ayudándome a terminar. Yo comencé a masturbarme y me termine en pocos momentos con el pegado completamente a mis pechos con sus brazos rodeándome pasionalmente y nuestras piernas entrelazadas.

Lo amé profundamente…

xxx,
-ninfaaeerotica

Bajo el agua

Ayer me hicieron el amor bajo el agua. Me tomó de las nalgas y me acerco a su cuerpo, yo lo rodee con mis piernas y su miembro, sin dificultad alguna entro en mi. Nuestras pieles se sentían muy suaves, tersas y el movimiento usual de arriba a abajo era mucho más sencillo que de costumbre. Le tape la boca cuando comenzó a gemir mientras le besaba la espalda y le acariciaba sus orejas. Paramos abruptamente debido a la naturalidad de la situación pero seguimos jugando con nuestros cuerpos desnudos bajo el agua. Al salir y secarnos nos detuvimos unos momentos en el pasto para admirar el paisaje. Me sentía tan cómoda con el. Me brindo su brazo para recostarme en su pecho, después me volteo y me dio un beso. Un beso tan suave y dulce que mi corazón se aceleró y pude sentir como me sonrojaba lentamente. A el no le gusta dar besos. Le encanta construir esta pared inmensa entre nosotros para evitar perdernos, pero a mi me encanta perderme así que disfruto plenamente de esos pequeños momentos de amor que se deja sentir conmigo.

Permanecimos abrazados y coqueteando todo el camino de regreso. En el coche me beso la mejilla y me dijo que se encontraba muy feliz. Yo también lo estaba.

xxx,
-ninfaaeerotica

Una noche más con el – Parte I

Tengo el sueño ligero y a veces suelo tener temporadas en donde me despierto súbitamente entre 3 y 5 de la mañana. Anoche fue una de esas noches. El ya me había avisado muy sutilmente que estaba en la ciudad y habíamos intercambiado algunos textos pero nada serio. Me quedé dormida temprano solo para despertar nuevamente a las 3am en punto. Tomé mi celular y ahí seguía un mensaje suyo esperando mi respuesta. Era algo realmente muy bobo, pero le respondí casualmente, sin esperar respuesta a esas horas, aunque dentro de mi sabía que el sufría de la misma ligereza de sueño. Me puse a forjar un porro para conciliar el sueño y obvio; Era el, mi miembro favorito contestando a mi llamado. Ya sabía lo que iba a pasar y a pesar de tener el tema muy alejado a lo que yo quería que pasara esa noche sabía que ya había puesto marcha en ese camino. Tomé el celular para seguir con la charla y en pocas palabras traerlo hacia mi cama. En lo que hacía eso me tomé la libertad e iniciativa de rasurarme las piernas y cambiarme de ropa interior. Bastaron 3 oraciones para tenerlo en mi departamento y lo tomé con mis brazos llevándolo directamente hacia mi cama.

Lo primero que jale hacia mi cuerpo fueron sus labios, suaves, calientes, rítmicos, babosos y tras unas sonrisas traviesas se puso sobre mi, restregándome su miembro, siempre listo, siempre erecto para mi propia alegría. Pase mis dedos por su nuca, apretándolo fuertemente. Ya sin ropa nuestras bocas comenzaron a tener mayor intensidad como me gusta, lenguas alborotadas rozándose contra todo aquello que no es la otra lengua, nuestros labios completamente húmedos brincando encima del otro, resbalándose suavemente simulando la fricción que se sentía por debajo de nuestras piernas. Me tomó de la cintura y lamió mis senos. Yo presionaba su cara sobre mis pechos. Agitados, encendidos y con el mejor ritmo, así fuimos, así somos…

Termine estando encima de el, con nuestros cuerpos sumamente sudados y como mencionaba antes, la textura de nuestros labios llenos de baba junto con el sudor de nuestra piel solamente multiplicaban las sensaciones y el placer. Después de terminar el sonrió, quitándome el cabello de la cara para verme disfrutar del gran placer que su miembro y todo su ser me causaban. Con una sola mano me giro y me puso de perrito, penetrándome salvajemente para ya el terminar. Metió sus dedos en mi boca y yo, tremendamente excitada los tome con mis labios y lengua simulando que era su propio falo el que mamaba.

Terminamos exhaustos, con la respiración realmente agitada y permanecimos inmóviles por varios minutos. Después de incorporarnos el prendió un cigarro y yo prendí el porro que había forjado antes de que el llegara. Ambos cansados, decidimos poner una película para poder dormir aunque, queridos míos, ustedes ya saben que no pudimos dormir y mucho menos ver la película…

(el relato continuará…)

xxx,
-ninfaaeerotica

Hablando bajo las sábanas

La primer pareja sexual que tuve fue mi novio y le gustaba hablar durante el acto. No hablaba sucio, solo me decía cosas tiernas de vez en vez pero la verdad a mi no me gustaba, me sentía incómoda, sentía que al hacer el amor teníamos que estar más enfocados en hacer en lugar de hablar… que equivocada estaba.

Al pasar los años he experimentado con muchos cuerpos, almas y gustos y debo de decir que el hablar durante el sexo crea una conexión más allá del plano terrenal, lo físico. Las palabras te ayudan a seguir un camino de emoción, de sentimientos, de amor. Te ayuda a saber que está sintiendo el otro, pedir lo que quieres, hacerle saber lo bien o mal que lo está haciendo.

Las palabras varían; Ay chiquita; Estás bien rica; Sí, así; Uffff que rico; Te gusta?; Quieres más?; Eres una golosa; Te gusta mi verga?; Más fuerte?; Quieres despacito?; Así?; Me encantas; Me fascinas…  Claro que decir estas cosas difieren bastante a decir cosas como; No, así no; Cómo quieres que te lo haga?; De verdad te gusta?; Ay no exageres, no está tan rico; Ay no está tan grande; No, la blusa no me la quites… Chicos y chicas cachondas no hay nada menos sensual que demostrar la falta de confianza y hay una regla básica para eliminarla, DISFRUTAR. Si tu estás disfrutando de ti y de tu pareja muy probablemente ellos también lo estén disfrutando si no, no estaría ahí.

Total… quise escribir esto por que me di cuenta de la importancia de las palabras cuando noté su ausencia en los brazos de un amante al cuál le sobraba pene pero le faltaba corazón…. awwwwwwwww las cachondas también necesitamos de amor -aun que sea efímero y ficticio-

xxx,
-ninfaaeerotica

El primer encuentro

Me acuerdo de la primera vez que tuve un pene en mis manos. Estaba cursando la preparatoria e íbamos en el transporte escolar. Uno de mis mejores amigos me tomo la mano y sin ninguna explicación la metió a sus pantalones. Yo intuitivamente lo tomé en mi puño, como un bebé recién nacido se prensa del dedo de cualquiera. Lo primero que pensé es que me recordaba a un hongo y me quede dándole vueltas a su cabeza mientras esta -sin querer- crecía. Luego fui bajando al tronco y al sentir su fuerza mis piernas temblaron. Aún no sabía por que ese temblor, aún no sabía lo que era tenerlo dentro pero la conciencia colectiva se encargo de decírselo a mi cuerpo y este se conmocionó.

Días después tuve la casa sola y no dudé en invitarlo a pasar la noche. Quería saber que tantos misterios contenía ese miembro. Quería saber que más me podía dar. Con capas de ropa encima comencé a montarlo y el cosquilleo comenzó. Un cosquilleo que a pesar de ser algo nuevo me era extrañamente familiar, como si con este cosquilleo me fuera directo al centro de la tierra y todo tuviera sentido.

Esa noche no fui penetrada. Tanto mi virginidad como la suya seguían presentes, sin embargo tuve mi primer orgasmo provocado por alguien más y por primera vez vi como un hombre eyaculaba. Lo tenía sujeto con mi mano derecha. No entendía bien como funcionada pero sabía que no debía romper el ritmo. Para arriba y para abajo lo estire, rogándole a dios que no me diera un calambre o algo en mis ya cansados brazos. Seguí dándole, cada vez más intensamente y al ritmo de sus caderas que comenzaban a moverse de arriba a abajo también. Bésalo; me dijo. Y lo besé. Lo metí tan profundo como pude dentro de mi boca y ahora eramos tres los que llevábamos el ritmo. De pronto, muy de pronto, sentí algo caliente que me picaba la garganta con un sabor muy peculiar al mismo momento que lo escuché suspirar. Me incorpore, sentí como todo su jugo caliente y baboso salía de mi boca. Sentí que me ahogaba por unos instantes y recuerdo como intentaba limpiarme la boca sin éxito, llenando mi blusa de mangas largas de semen que se quedaría ahí como un recuerdo acechante de aquel encuentro.

xxx,
-ninfaaeerotica

Bragas de amor

Y cuando menos lo espero tu recuerdo viene a mi y silenciosamente se mojan mis bragas. Un secreto entre tus recuerdos y yo. Un recuerdo que conservo cálido entre mis piernas.

xxx,
-ninfaaeerotica